Sonata para violín

Año: 2025   Medidas: 73x60

La placidez del rostro, la espontaneidad de la postura y esa larga y desmañada melena que porta esta niña, posando tranquila para la posteridad con su violín como protagonista en un primer plano, Todo el conjunto de la escena está sumergida en tonalidades grises que parece trasmitir un ambiente de quietud y sosiego, que trasladan al espectador a un espacio atemporal.

Todas estas peculiaridades hicieron que la escena me cautivara al instante, proponiéndome recrearla en una de mis pinturas, de modo que, lo añadí a mi “cartera” de proyectos pendientes de acometer. Finalmente le llegó la hora de ser una realidad tangible la que expongo humildemente en esta página, para disfrute o disgusto del espectador.

 El cuadro está elaborado sobre una gama de diferentes grises que tuve que escoger cuidadosamente para conseguir que resaltar los diferentes objetos del fondo del cuadro, así mismo, lograr una completa armonía del conjunto.

Una de las mayores dificultades a las que me tuve que enfrentar, fue ese enmarañado y despeinado cabello de la protagonista, para que cayera de forma natural y armonía sobre su hombro.  No fue menor el esfuerzo, imaginación y paciencia el que tuve que desplegar sobre el jersey de “punto calado”, para conseguir ese efecto un tanto vaporoso.

En definitiva, he de reconocer que es de las obras realizadas, la que más satisfecho he quedado.  Someto a su juicio si la belleza de la obra obtenida está o no está, a la altura de mis expectativas.